Pero no solo el tipo
de polinización es el que determina la aparición
de la enfermedad, ya que los granos de polen para poder estar considerados
y actuar como antígenos, deben reunir una serie de características
que son:
1. Contener un antígeno
dotado de gran poder sensibilizante.
2. Deben ser plantas polinizadas por el viento, es decir, anemófilas.
3. Estas en el medio ambiente en cantidad suficiente.
4. El polen debe ser ligero para que pueda ser dispersado pro el viento fácilmente.
5. La planta productora de polen debe tener una distribución amplia
y abundante o que se halle a poca distancia del receptor.
Pero no solo se necesitan los requisitos anteriormente mencionados para que
se desarrolle la fiebre del heno, sino que también diferentes factores
climatológicos como los existentes durante el año 1995 y en
el primer trimestre del año 1996, influyen de forma decisiva en la
aparición y desarrollo de los síntomas, así por ejemplo,
las lluvias intensas que preceden a la etapa de polinización e incluso
durante la misma, ayudan al crecimiento de la vegetación y por tanto
la cantidad de polen en el medio ambiente aumentará, de forma considerable
como está sucediendo y se verá incrementada en los próximos
meses.